The Breakdown
Hoy me ha vuelto a dejar tirado el coche...Salia del trabajo 2 horas antes por chanchullos con los compañeros del curro tipo mafia del estilo "te voy a ofrecer una oferta que no podrás rechazar" (a lo Marlon Brandon). Total que entre unas y otras he salido a las 11 del curro. Llovía a cantaros, y esta vez a mi coche le costaba arrancar (mas de lo normal), pero al final ha arrancado, cuando salia me lo veía venir...el pobre se ha quedado sin fuerzas en el 1º STOP.¿El problema? el de siempre...cuando la tapa del delco esta húmeda le cuesta mucho arrancar el coche y mas si tienes la batería como el espíritu de la golosina después de haber puesto las pinzas en 4 ocasiones. He tenido que acercarme a la fabrica otra vez andando para pedir ayuda, si no llega a ser por E. (parecido razonable con "Sickboy" de Trainspotting) yo no se hubiera sido de mi, porque ni tenia batería en el móvil para llamar a nadie. He llegado empapado a casa después de poner las pinzas con una trompa de agua de no te menees.
Después de bajar a A. (Mi perrillo particular) y de llamar a N. (La niña de mis ojos) me pongo a escribir y a pensar que las cosas pueden durar menos de lo que te esperas y que de un momento a otro puedes llevarte un susto. No hablo ya por mi coche, que ya es viejo de por sí, si no de mi gente y de la gente de mi gente, de lo intensa que puede llegar a ser y cuando mas los necesitas puede que no estén ahí o simplemente no puedan responder a las peticiones que tu les haces. Por lo pronto me he puesto a pensar sentado en esta vieja silla a contemplar el fin de las cosas, como la vida se marchita poco a poco y es muy difícil encontrar algo que remplace ese hueco que se queda cuando algo se vuelve inútil o simplemente se va. me da a pensar que hasta los materiales inertes, carentes de vida, mueren en algún momento y nos duele tanto o mas que cuando alguna vida humana se desvanece.
El aprecio por las cosas insignificantes hablando espiritualmente se ha vuelto algo cotidiano en nuestras vidas, el valor a un objeto que se convierte en parte de nuestra vida, ya sea una lavadora o el mando a distancia. Solemos dar mas importancia a lo material que a lo sentimental, siempre te acordaras del día que cambiaste de colchón y tu espalda lo agradeció mas que aquella vez que un Tsunami asoló una ciudad entera. pero son solo almas perdidas que quién sabe a donde irán a parar, pues tu dormirás igual de bien gracias a tu colchón...
Pero pienso que también no podemos hacer mas de lo que esté al alcance de tus manos...que la vida sigue y que al igual que saldrán coches nuevos o piezas para un coche y arreglarlo habrá mas gente en el mundo y mas almas que quién sabe donde irán a parar...y no puedes pedir que se arregle la avería de este fatídico y caótico mundo si no sabes arreglar antes tu propio coche, lavadora o colchón. La vida al igual que el materialismo es un ciclo, solo hay 2 salidas o la sustitución o la reparación de la misma, y hay corazones que se agrietan de tantas tiritas puestas. Si no es esa la salida solo queda la muerte, y por tanto la ruptura del ciclo.
Después de tanto pensarlo ya se lo que quiero que me regalen para mi cumpleaños ^^'. Mi coche necesita una batería nueva...un coche nuevo saldría muy caro...y no estamos para trotes...
Después de bajar a A. (Mi perrillo particular) y de llamar a N. (La niña de mis ojos) me pongo a escribir y a pensar que las cosas pueden durar menos de lo que te esperas y que de un momento a otro puedes llevarte un susto. No hablo ya por mi coche, que ya es viejo de por sí, si no de mi gente y de la gente de mi gente, de lo intensa que puede llegar a ser y cuando mas los necesitas puede que no estén ahí o simplemente no puedan responder a las peticiones que tu les haces. Por lo pronto me he puesto a pensar sentado en esta vieja silla a contemplar el fin de las cosas, como la vida se marchita poco a poco y es muy difícil encontrar algo que remplace ese hueco que se queda cuando algo se vuelve inútil o simplemente se va. me da a pensar que hasta los materiales inertes, carentes de vida, mueren en algún momento y nos duele tanto o mas que cuando alguna vida humana se desvanece.
El aprecio por las cosas insignificantes hablando espiritualmente se ha vuelto algo cotidiano en nuestras vidas, el valor a un objeto que se convierte en parte de nuestra vida, ya sea una lavadora o el mando a distancia. Solemos dar mas importancia a lo material que a lo sentimental, siempre te acordaras del día que cambiaste de colchón y tu espalda lo agradeció mas que aquella vez que un Tsunami asoló una ciudad entera. pero son solo almas perdidas que quién sabe a donde irán a parar, pues tu dormirás igual de bien gracias a tu colchón...
Pero pienso que también no podemos hacer mas de lo que esté al alcance de tus manos...que la vida sigue y que al igual que saldrán coches nuevos o piezas para un coche y arreglarlo habrá mas gente en el mundo y mas almas que quién sabe donde irán a parar...y no puedes pedir que se arregle la avería de este fatídico y caótico mundo si no sabes arreglar antes tu propio coche, lavadora o colchón. La vida al igual que el materialismo es un ciclo, solo hay 2 salidas o la sustitución o la reparación de la misma, y hay corazones que se agrietan de tantas tiritas puestas. Si no es esa la salida solo queda la muerte, y por tanto la ruptura del ciclo.
Después de tanto pensarlo ya se lo que quiero que me regalen para mi cumpleaños ^^'. Mi coche necesita una batería nueva...un coche nuevo saldría muy caro...y no estamos para trotes...
"Apartado en el arcén de mis pensamientos llego a la conclusión de que todo en esta vida tiene arreglo, hasta las cosas mas insignificantes, Sin embargo yo sigo tirado en la carretera buscando a alguien que me ayude a arrancar"